sábado, 28 de mayo de 2016




LECCIÓN 17

                        Continuación de la Jerarquía de los Angeles.

104.- Media o Segunda Jerarquía: cuida el gobierno del mundo:
Dominaciones, tienen dominio sobre toda la creación y autoridad trascendente, sobre los Principados.
Principados, tienen señorío sobre todos los imperios, presiden a los ángeles buenos, disponen lo que estos han de hacer y dirigen los Ministerios Divinos que se han de efectuar.
Potestades o Poderes, tienen poder sobre los malos espíritus, manteniendo alejados a los espíritus perversos, impidiéndoles hacer daño a los hombres, a la medida de sus deseos.

105.- Infima o Tercera Jerarquía: ejecutan las órdenes de Dios.
Virtudes, obran maravillosos milagros en la naturaleza.
Arcángeles, son mensajeros extraordinarios.
Angeles, tienen cuidado de los hombres y anuncian las cosas de menor importancia.
106.- Escuchemos la palabra de Dios consignada en la Sagrada Escritura: ¨Alrededor del trono estaban los Serafines, cada uno con seis alas¨ (Isa.VI, 2).
107.- ¨Expulsó al hombre y puso en la puerta del jardín del Edén a un Querubín que blandía flamante espada¨ (Gen.III,4).
108.- ¨Pues por El fueron creadas todas las cosas del cielo y de la tierra, las visibles y las invisibles, los Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades. Todo fue creado por EL y para EL¨ (Col. I, 16).
109.- ¨Por encima de todo Principado, Potestad, Virtud y Dominación y de todo cuanto tiene nombre, no sólo en este siglo, sino también en el venidero¨ (Efe.I,21).
110.- ¨El Arcángel san Miguel, cuando altercaba con el diablo…dijo: que el Señor te reprima…¨(Jud. IX).
111.-¨Una vez sometidos a EL los Angeles, las Potestades y las Virtudes, subió al Cielo y está sentado a la diestra de Dios¨.

112.- Escuchemos la voz de los Santos Padres: ¨la diferencia de los nombres con que se designan los nueve Coros Angélicos, no se refiere a la naturaleza de los ángeles, sino a sus diversos oficios y funciones. Son de la misma naturaleza y no difieren más que por el lugar que ocupan, pero este lugar les ha sido designado por Dios, en razón del orden logrado de que han sido revestidos, de la ciencia que poseen y de la acción que ejercen¨.
113.- Y así como todos los hombres tienen la misma naturaleza, pero Dios llama a unos al celibato, a otros al matrimonio católico y a otros más a la vida consagrada o sacerdotal, y este llamamiento, no quita a ninguno su propia y común naturaleza humana, sino solo expresa vocaciones diferentes; del mismo modo, no aumenta ni disminuye, ni cambia la naturaleza angelical; la jerarquía  o coro a que han sido destinados de parte de Dios, simplemente expresan su oficio en la común y universal alabanza y gloria a Dios.
114.- El último de los ángeles es, por su naturaleza, superior a la creatura humana, en tanto que el hombre ha sido creado ¨poco menor que los ángeles¨ (Sal.VIII,6). Pero eso no impide que, por la Gracia, los bienaventurados en el cielo puedan, en su propio orden ser equiparados a las jerarquías angélicas.
115.- Los ángeles ya están y estarán siempre en sus sitios, por naturaleza y vocación. El hombre, por su parte, con su esfuerzo puede lograr méritos mayores. Con la recepción de los Sacramentos, que son Fuente de Vida divina, puede llegar a una gran santidad. Nunca alcanzarán los hombres la naturaleza angelical, pero sí la capacidad de elevarse día a día a una mayor santidad.
116.- Contemplemos la excepcional y singularísima grandeza de la bienaventurada Virgen María, por cuya maternidad realmente divina, es reconocida por la Iglesia infalible, como ¨Reina de los ángeles¨ (Letanía Lauretana).
117.- Probamos nuestra aseveración con las palabras del mismo Jesucristo: ¨que los Hijos de la Resurrección serán iguales-por la Gracia-a los Angeles del Cielo¨ (Luc.XX ,36). Repito: más no en esencia o naturaleza angelical.
118.-¨Pueden los hombres merecer, mediante los dones de la gracia, tanta gloria, que vendrán (en su propia línea) a asemejarse a los ángeles, en cualquiera de los grados angélicos, y esto es lo que queremos decir cuando decimos que los hombres bienaventurados, son elevados a los Ordenes o Coros angélicos¨. (santo Tomás)


                                                     Sor Clotilde.