"Los ángeles ¿verdad o mentira?". Capítulo 3. Los falsos ángeles de la Nueva Era. (cont)

¿Dónde residen los ángeles de la Nueva Era?

Se pregunta y se responde la Nueva Era: residen en los siete planos del universo.

a) Ácido adivino.

b) Monádico o espiritual.

c) Átmico o de la inteligencia creadora.

d) Búdico o de la unidad.

e) Mental.

f) Emocional o astral.

g) Físico o divino.

Respuesta.

Además de la falsedad de sus contradicciones evidentes como monádico o espiritual, ádico o divino y luego físico o divino, busca términos estrambóticos que nada quieren decir y con ello dejan boquiabiertos a los petulantes que, después de la lección se dan ínfulas de saberlo todo. Y la verdad es que este cúmulo de terminajos sin sentido y nebulosos, demuestran la variedad y oscuridad de su falsa doctrina.

Doctrina católica.

Los ángeles residen fundamentalmente en el Cielo, cumpliendo su oficio angélico, y los ángeles de la guarda están con nosotros, sin dejar de cumplir el fin de adorar a Dios.

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La forma en que pueden conocerse los ángeles entre sí según la Nueva Era.

Pueden conocerse plenamente cuando el hombre ha evolucionado hacia la perfección, pues la evolución plena, según esta secta es la última reencarnación.

Respuesta.

Como no existe la tal reencarnación y lo probamos en otro capítulo de este mismo libro, la proposición de ellos está plagada de mentiras garrafales. Bastaría conocer bien nuestro catecismo y poseer los valores elementales en su sitio, para reírse de tales sandeces y lamentar que con estas charlatanerías estén comerciando. "Denme dinero y yo pierdo a las almas", oficio diabólico.

Doctrina católica.

No pueden conocerse físicamente porque son espíritus y nosotros por nuestra naturaleza humana no estamos en capacidad de conocer con plenitud a los ángeles; sin embargo a través de la revelación y con el estudio de la naturaleza angélica podemos, de algún modo, llegar a saber quiénes son, qué son y qué hacen. En las Sagradas Escrituras se refieren algunas apariciones de ángeles, pero por voluntad de Dios.

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Ángeles de la guarda según la Nueva Era.

Son la voz de la conciencia, su misión es ayudar al hombre para que alcance su vida espiritual, transitando del mundo físico al mundo astral y luego al mental.

Respuesta.

Otra vez sus enredos y sus contradicciones: la voz de la conciencia... La conciencia no tiene voz y si se dice voz es sólo analógicamente. Al fin el ángel de la guarda de la Nueva Era acabó siendo un efecto cualquiera: la voz. Para estas personas la Vida espiritual no trata del orden sobrenatural de la Vida de la Gracia, sino de la evolución y supuesto progreso a otras dimensiones superiores que llaman astral y mental.

Doctrina católica.

El ángel de la guarda es una sustancia puramente espiritual, de la misma naturaleza que los demás ángeles, pero con el oficio de cuidar a los hombres. El ángel custodio es una realidad, es un ser que vive con nosotros y parte con nosotros para presentarnos a Dios.

Todo lo que se diga de los ángeles fuera del Magisterio eclesiástico son mentiras dolosas, crasa ignorancia que de una u otra forma carece de sustento.

He de advertir que esta falsa Nueva Era, es otra cara, otra táctica de los mismos enemigos de Dios y de los hombres. Es continuación de otros diabólicos movimientos, de otros sistemas mentales o sociales, de otras organizaciones que poco a poco han ido despojando al hombre de sus más elementales principios y valores y de la seguridad de sus convicciones; de modo que, sabiendo que gran parte de la humanidad, aun permaneciendo en el cristianismo, está dañada e inoculada, de alguna manera; vienen ya con furia satánica a dar la estocada mortal para despojarla de los principios y valores que aún guarda celosamente.

La Nueva Era somete las creencias a las experiencias y, para ello, enseña que las creencias sólo duran mientras sirven, y de ello convencen a sus adeptos confirmándoles su falacia con otra. Que lo que uno cree está desligado de la verdad absoluta.

Van conduciendo al hombre a través del error, progresiva y paulatinamente hacia la exaltación del yo, del ego, hasta llegar no sólo a perder la conciencia de Dios; sino a suplantar al mismo Dios y finalmente considerarse dioses.

Su falsa doctrina está plagada de errores. Prácticamente, la Nueva Era entraña todos los errores del teosofismo. Es un teosofismo actualizado; más atrevido y astuto, llegando sin el menor escrúpulo hasta las últimas consecuencias. La Nueva Era, como el teosofismo, tiene una estructura frágil, fundamentada con el gnosticismo, que se aleja de todo lo falso y verdadero, sean ciencias, filosofías o religiones, para conformar sus bases, aunque todo lo deforma y destruye según las conveniencias del momento.

El gnosticismo es su base, pero el cuerpo de la doctrina lo sostiene en un sinnúmero de errores ínfamemente amasados con algunas medias verdades científicas, filosóficas y de la religión verdadera con lo que someten a sus discípulos.