jueves, 30 de enero de 2014

"Los ángeles ¿verdad o mentira?". Capítulo 3. Los falsos ángeles de la Nueva Era. (cont)

Subjetivismo ético.


El subjetivismo ético niega la existencia de las leyes morales objetivas y racionales, y sostiene que la moralidad de las acciones se determinan por el placer o dolor que producen en el individuo, y por el propio parecer. Es por tanto una modalidad de las formas del hedonismo. Toda la idea objetiva es reemplazada por ideas subjetivas, por lo que da una imagen de personas omnipotentes. La propia persona para sí misma es el valor más alto sin mirar al prójimo, a sus derechos y a sus necesidades. 

Este fatal subjetivismo va directamente contra la Ley de Dios: "Amarás al Señor tu Dios, con toda tu alma, con todo tu corazón, con todas tus fuerzas y a tu prójimo como a ti mismo". Pero no todo el que me dice Señor, Señor ... Si no el que hiciere la voluntad de mi Padre... "Así lo leemos en la Sagrada Escritura, que es la Palabra de Dios".

Y también está en contra de la Ley Natural, que expresa: "No hagas a otro lo que no quieras para ti".

Indudablemente que hoy vivimos una época de subjetivismo ético: "olvidé los derechos de Dios, no recuerdo los derechos del hombre".

Nunca, como ahora, se había vivido un subjetivismo ético. Se han encontrado siempre graves pecados, pero jamás se había llamado al pecado virtud y a la virtud prejuicios, atavismos, tabúes, etc.

Se traspasa, se pisotea la Ley Natural, la Ley de Dios y si algunos llegan a respetar las leyes humanas, es mas por miedo que por convicción. Hoy cada quien tiene su Dios, su religión, su lógica concorde siempre con sus placeres, sus gustos, sus deseos.

Los mismos que se dicen católicos, incluso "laicos, comprometidos" conforman la religión con un sinnúmero de subterfugios hipócritas para vivir su singular cristianismo.

"Todos se respetan", es decir, que cada quien haga lo que le venga en gana, y que crea en lo que crea y es que hoy, que tanto se habla de amor al prójimo, es cuando menos se le ama y mucho menos, sobrenaturalmente.


Argumentos en contra.

Este subjetivismo ético ha derrumbado a la humanidad, por ello las crisis en todos los órdenes, forjando así el desequilibrio en la armonía natural del hombre, tanto en su ser como en las relaciones con su prójimo y con Dios.

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Espiritismo.



Es una doctrina plena de supersticiones, donde los tontos intentan comunicarse con los muertos, mientras los listos estafan a los tontos engañándolos que han de encontrarse con los muertos. Sólo hay dos comunicaciones: o la engañosa o la verdadera. La verdadera es una comunicación con el padre de la mentira: el Demonio.

Los espiritistas y sus seguidores pecan gravemente contra el primer mandamiento de la Ley de Dios; ya que pecan contra las tres virtudes teologales: la fe, la esperanza y la caridad, que son el meollo para el primer mandamiento, el espiritismo es directamente un pecado contra el Espíritu Santo.


Argumentos en contra.

Los que dirigen estos engaños diabólicos están excomulgados. Son apóstatas e igualmente sus seguidores. Eso en cuanto al terreno canónico, porque hablando de las facultades mentales, como viven en perpetua confusión y alterado el sistema neurológico, las emociones sufridas en esa autosugestión, trucos, hipnosis o verdaderas comuniones diabólicas, destrozan a la persona, desquiciando su equilibrio. El espiritismo, es un pecado que hace que Dios vomite a los hombres, porque despreciando su poder, su misericordia, su bondad, confían, se entregan a personas falaces, perversas, endemoniadas, que prometen lo que no pueden cumplir o lo cumplen en contacto con el demonio.

Yahvé advertía a Israel y Judá por boca de todos los profetas y de todos los videntes diciendo: Coviértanse de sus malos caminos y cumplan mis mandamientos conforme a la Ley que les ordené a sus padres y que les envíe por medio de mis siervos los profetas. Pero ellos no escucharon y fueron tan tercos como sus antepasados, que no creyeron en Yahvé su Dios. Despreciaron sus decretos y la alianza que hizo con sus padres y las advertencias que les hizo, caminando en pos de vanidades haciéndose ellos la misma vanidad ... Abandonaron todos los mandamientos de Yahvé su Dios y se hicieron ídolos, adoraron a todos los astros del cielo (es decir practicaron la astrología) y dieron culto a Baal. Hicieron pasar a sus hijos y a sus hijas por el fuego, practicaron la adivinación y augurios y se prestaron a hacer lo malo a los ojos de Yahvé, provocando su cólera (2 R 17, 13, 17).

Manases tenía 12 años cuando comenzó a reinar, y reinó 55 años en Jerusalén... hizo el mal a los de Yahvé, pues practicó las abominaciones (infamias) de la gente que Yahvé había expulsado delante de los israelitas. Volvió a edificar los altos que había destruido su padre Ezequias, alzó altares a Baal e hizo un cepo como lo había hecho Ajáz, rey de Israel. Se postró ante todo el ejército de los cielos (es decir, ante todos los astros) y le sirvió. Edificó altares a todo el ejército de los cielos (es decir a todos los astros) en los dos patios de la casa de Yahvé. Hizo pasar a su Dios por el fuego; practicó los presagios y los augurios, hizo traer a los adivinos y nigromantes, haciendo mucho mal a los ojos de Yahvé y provocando su cólera (2 Ram 21, 1-6).

Te sentías seguro de tu maldad, te decías: nadie me ve... vendrá sobre ti una desgracia que no sabrás conjurar; caerá sobre ti un desastre que no podrás evitar ... ¡Quédate pues con tus sortilegios y tus muchas hechicerías con que te fatigas desde tu juventud!...que se presenten pues y que te salven los que describen los cielos, los que observan las estrellas y hacen saber en cada mes lo que te sucederá. Mira, ellos serán como tamo que el fuego quemará. No librarán sus vidas del poder de las llamas. No serán brazas para el pan ni llama ante la cual sentarse. Eso serán para ti tus hechiceros por lo que te has fatigado desde tu juventud. Cada uno errará por su camino, y no habrá quién te salve (Is 47, 1-15).

La luz de la lámpara no lucirá más en ti; la voz del novio y de la novia no se oirá más en ti. Porque tus mercaderes eran los magnates de la tierra, porque con tus hechicerías se extraviaron todas las naciones (Ap 18, 23).

El cielo será la herencia del vencedor: yo seré Dios para él y él será hijo para mí. Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los asesinos, los impuros, los hechiceros, los idólatras y todos los embusteros, tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre que es la muerte segunda (Ap 21, 2-3, 7-8).

Dichosos los que laven sus vestiduras, así podrán disponer del árbol de la vida y entrarán por las puertas en la Ciudad. ¡Fuera los perros, los hechiceros, los impuros, los asesinos, los idólatras, y todo el que ame y practique la mentira! (Ap 22, 14-15).

"Todas las prácticas malignas colocan a la persona que las realiza en directa rebeldía contra Dios y dan oportunidad a los hostigamientos del Maligno, que sufrirá ella sola o también sus familiares". No olvidemos que el espiritismo y toda superstición está necesariamente plena de mentiras; ya que todos estos errores expuestos y que conforman y fluyen de la Nueva Era están no sólo plagados de mentiras, sino que todas sus falsas bases están cimentadas en el padre de la mentira que es Satanás.


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