domingo, 11 de septiembre de 2016

"Naturaleza del Demonio" Lección 30



“LOS ÁNGELES Probemos su existencia”

LOS ÁNGELES CAÍDOS
(Continuación)


NATURALEZA DEL DEMONIO


253.– Los Ángeles caídos conservan íntegra la naturaleza, pero privada de la gracia y de otros dones naturales.

254. – Su entendimiento se encuentra obnibulado por el odio y, su voluntad naturalmente inclinada y confirmada en el mal.

255.- Excluidos para siempre, de la Bienaventuranza Eterna, por la que ellos padecen más que cualquier condenado, puesto que percibieron tan cercana la Bienaventuranza y al mismo Dios. Por tanto, es peor su desesperación, su despecho por lo que perdieron y, que ya no podrán alcanzar.

256.- Odian a los hombres, sobre todo a los buenos por ser imagen y semejanza de Dios, objeto primordial de su odio.

257.- Entre sí se odian y se maldicen, por la causa de la recíproca perdición.
258.- No conocen el amor, “Y quien no ama permanece en la muerte”, nos dice San Juan.

259.- Son cómplices de la maldad. Son la peor de las mafias.

260.- Además, como la naturaleza en sí no sufrió menoscabo por el pecado, los hay superiores e inferiores y eso les es insoportable.

261.- Sólo se relacionan y obedecen, para hacer el mal a las creaturas, sobre todo al hombre.

262.- El sitio de su permanencia es el infierno, pero ellos andan por todas partes con el fin de perder a los hombres, y Dios lo permite para poner a prueba la fidelidad de las almas.

EXISTENCIA DEL DEMONIO

263.- La existencia del Demonio y de todos los ángeles caídos, se prueba desde el Libro del Génesis II,1 sig. —Libro de Job I.

264.- En muchos pasajes del A. y del N. Testamento se prueba la existencia del maligno: “Veía yo a Satanás caer del cielo como un rayo” (Luc.X,18)—“Apartaos de mí, malditos al fuego eterno, preparado para el diablo y para sus ángeles” (Mt.XXV,41)—y otros muchos más.

265.- La Iglesia enseña lo mismo con Magisterio infalible: “Sí alguno dijere que el diablo no fue primero un ángel bueno hecho por Dios y que su naturaleza angelical no fue obra de Dios … sea anatema” (Concilio de Braga A. 561)
266.- “El diablo y demás demonios ciertamente fueron creados por Dios buenos por naturaleza; más ellos, por sí mismos, se hicieron malos” (Concilio de Letrán A. 1215).

267.- Cito ahora a un reconocido autor contemporáneo, cuya doctrina y enseñanza se cifra en las fuentes de la Revelación explicada por el Magisterio Eclesiástico: “Digan lo que digan algunos teólogos superficiales, el diablo es, para la fe cristiana, una presencia misteriosa pero real, no meramente simbólica sino personal, y es una realidad poderosa (El Príncipe de este mundo, como lo llama el N. T. que nos recuerda repetidamente su existencia). Su maléfica libertad sobrehumana opuesta a la de Dios; como nos lo muestra una lectura realista de la historia, con su abismo de atrocidades, continuamente renovada y que no puede explicarse solamente con el comportamiento humano.

         El hombre, por sí sólo no tiene fuerza suficiente para oponerse a Satanás; pero Satanás no es otro Dios: Unidos a Jesús podemos estar ciertos de vencerlo. Es Cristo el Dios cercano quien tiene el poder y la voluntad de liberarnos; por eso el Evangelio es verdaderamente la Buena Nueva. Por eso también debemos seguir anunciándolo en aquellos “Regímenes” de terror que son frecuentemente las religiones no cristianas y diré todavía más; la cultura actual del Occidente Moderno, vive gracias a la liberación del terror de los demonios que le trajo el cristianismo; “PERO SI ESTA LUZ REDENTORA DE CRISTO SE APAGARA, A PESAR DE TODA SU SABIDURÍA Y DE TODA SU TECNOLOGÍA, EL MUNDO VOLVERÍA A CAER NUEVAMENTE EN EL TERROR Y LA DESESPERACIÓN. Y ya pueden verse signos de ese retorno de las fuerzas obscuras al tiempo que rebrotan en el mundo secularizado los cultos satánicos” (Cardenal Joseph Ratzinger, informe Sobre la Fe, Madrid, 1985).

        Cuando el Santo Padre Benedicto XVI, era el Cardenal Joseph Ratzinger encargado de la Fe, era el año 1985, hace 31 años. En estos años, hemos podido considerar la rapidez con que el demonio ha trabajado, por un lado, los cómplices humanos que tienen contacto directo con él y que son los que ordenan se ejecute lo inconcebible: La tecnología que en lugar de darle un buen uso, para mejorar y elevar al hombre se usa para rebajarlo, para llevarlo a la degeneración y para que se haga esclavo y dependiente de dicha tecnología. El tipo de música, que ya no es música, la clase de arte grotesco en todas sus expresiones, los lamentables y corruptos medios de comunicación, la junta de parejas sin casarse, con la aceptación de los mayores; las enseñanzas y prácticas inmorales en las escuelas, la liberación femenina que fue golpe mortal a los países, a la sociedad y a la familia. El aborto, el crimen inexplicable y cruel que ejecuta una madre contra su hijo. Los crímenes masivos, espeluznantes y macabros, de los hombres contra los hombres y, muchas cosas más.

Ahora, lo inaudito: “Matrimonios entre gentes del mismo sexo, con adopción de niños oficialmente declarado en la Constitución.

Ya se enfrentó el gobierno fuertemente a Dios. ¡Qué aberración, que maldad! Y que, ahora cada niño o joven o adulto, puede escoger su sexo y que el gobierno dará los medios para cambiarlo y, que sí los padres de familia no lo permiten irán a la cárcel. Un libro de texto corruptor de la más bella inocencia. ¡El colmo! ¡Ponerse así contra Dios! ¿Qué vendrá después?

       Las personas humanas esencialmente nacen hombre o mujer, es decir que el sexo está en lo físico, la fisiología y, en toda la naturaleza del ser humano, desde el primer momento de su ser.

Pero no sólo el diablo y sus secuaces, como lo dije al principio, sino todos los pueblos concupiscentes que han ido permitiendo el mal, el cual ha entrado astutamente, hasta convencer al ser humano de que lo malo es bueno. De los derechos falsos sin deberes, de una vida promiscua y de un descenso fatal.

Si es un ataque diabólico sobrenatural, tomemos las armas sobrenaturales. Si no nos acogemos a Dios, será una guerra desigual: La Oración, la Gracia, las Fuentes Primitivas y venceremos el mal.

        Advertimos que los ángeles de la Nueva Era; a quienes muchos siguen, incluyendo católicos, son parte del demonio unido a cierta categoría de hombres, para confundir y arrastrar almas al Infierno.


Sor Clotilde


 






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