"El Ángel de la Guarda" Lección 27
Lección
27
“Probemos su existencia”
(Continuación)
EL ÁNGEL DE LA GUARDA
209.–
Los Ángeles de la Guarda fueron dados, de parte de Dios, a todos los hombres,
incluyendo a los paganos.
210.
– “Dios quiere que todos los hombres se salven y vengan al conocimiento de la
verdad”.
211.
– Todas las almas son defendidas y protegidas por los Ángeles Guardianes.
212.
– A veces los paganos, guardando bien su Ley Natural y no habiendo conocido al único
Dios, llegan a salvarse por una iluminación de la Fe que, misteriosamente, se
debe a los Ángeles de la Guarda.
213.
– La Santa Madre Iglesia dá respuesta positiva, a los infieles que guardan su
Ley Natural.
214.
– Dios Nuestro Señor no sólo dió un Ángel para cada hombre; sino para cada
reino, nación, diócesis, comunidad religiosa, pueblo, Iglesia…
215.
–Se Cree que San Miguel Arcángel es el custodio de la Santa Madre Iglesia; ya
que él custodió también la Sinagoga.
216.
– Para los Santos Padres y Doctores de la Iglesia, esto es probable, y la
Liturgia nos lo insinúa en el Oficio Divino y, en la Santa Misa se dá a
entender.
217.
– En el Libro del Profeta Daniel se menciona a San Miguel Arcángel, como Ángel
del pueblo de Dios.
218.
– “Cuando el Altísimo separaba las razas y se constituían los términos de cada
pueblo, numeraba a los Ángeles que les habían de custodiar”. (San Jerónimo).
219.
– Y sí así guarda a los pueblos el Creador, ¿Qué diremos de la Santa Madre
Iglesia, del Vaticano, de todas las Diócesis, Parroquias, Órdenes, Comunidades
etc?
220.
– Con razón dice San Ambrosio: “No solamente destinó Dios a los Obispos para
defender a su grey, sino también envió a los Ángeles”.
221.
– San Gregorio de Nacianzo evocando al Apocalipsis, expresa: “No dudo que los Ángeles
sean Rectores y Patronos de la iglesia, como nos enseña el Apocalipsis de San
Juan”.
222.
– Habiendo sabido Teodosio, que el rey de Persia venía a atacarlo con un gran
ejército, reunió sus tropas, aunque él, como toda la ciudad de Constantinopla,
estaban llenos de temor. En eso llegaron unos cristianos de Bitinia, diciendo
que unos Ángeles los habían enviado para consolar al pueblo y para anunciar a
Teodosio que saldrían triunfantes, pues había Dios enviado muchos Ángeles para ayudarlos
y ser su guía. Por fin llegó la hora del combate y cien mil enemigos perecieron
ahogados en el Río Éufrates (ejemplo extraído del Catecismo de Ripalda
explicado por el Padre Luis Vega S.J.).
Sor Clotilde
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