LECCIÓN 16

                                                   La jerarquía de los Ángeles.

96. – Antes de tratar sobre la Jerarquía Angélica, aclaremos lo siguiente: la superioridad del ángel frente al hombre.

97. – Es verdad que la naturaleza angélica es superior a la naturaleza humana; sin embargo, accidentalmente la raza humana es superior, en cierta forma, a los mismos ángeles: cuando el Verbo, Segunda Persona de la Santísima Trinidad, se anonada asumiendo la naturaleza humana, eleva, al mismo tiempo, nuestra naturaleza.

98. – Siendo Dios no se hizo ángel, si no se hizo hombre. La naturaleza humana ha sido honrada por el Verbo, mediante la Unión Hipostática en su Encarnación: ¨el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros¨ ( Jn. I-14 ).

99.- Tomemos en cuenta, además, que el ángel en su vida de gracia, en su santidad, ya no puede aspirar a mayor crecimiento. Confirmado en gracia y, por tanto, identificada su voluntad a la de Dios, ya está en el lugar preciso.

100.- En cambio, el hombre, si es verdad que no puede alcanzar una perfección infinita, sí es real que puede lograr, día a día, mayor perfección.

101.- Después de esta explicación veremos el concepto jerarquía. Este importante concepto viene del griego hyerós = sagrado; arjé = principio, potestad; ¨Potestad Sagrada¨.

102. – Hay en los ángeles tres jerarquías:

Jerarquía Suprema o Primera Jerarquía. A esta Jerarquía corresponden los Serafines, Querubines y Tronos.

Jerarquía Media o Segunda Jerarquía: A esta Jerarquía corresponden las Dominaciones, Principados y Potestades.

Jerarquía Ínfima o Tercera Jerarquía: A esta Jerarquía corresponden Virtudes, Arcángeles y Ángeles.

103. – estos son los oficios de los Nueve Coros Angélicos:

Suprema o Primera Jerarquía: la Contemplación y Asistencia Divina:

Serafines: muy cercanos a Dios; le aman ardientemente y veneran la gloria y bondad de Dios.

Querubines: poseen la plenitud de la ciencia y adoran la Sabiduría de Dios.

Tronos: asisten a los Juicios Divinos, sirven de asiento a Dios como el sitial, y son los ejecutores de sus decretos.

                                                                 Continuaremos.

                                                         Sor Clotilde García Espejel.